La buena Palabra
Autor; Arturo Capdevila
Casi he rodado al fondo de la Cima
-Tú que me escuchas, mi enseñanza aprende,
Nunca seas la espada que lastima,
Se tan solo la espada que defiende.
Nunca hieras. El hombre cuando hiere,
tortuoso intento de matar delata.
Llama pura es la sangre del que muere
Humo negro la sangre del que mata.
Si te ciega el rencor, vuélvete heroico
Huye de los demás. Busca el encierro
Y hazte en tu grave soledad de estoico
recto como una vertical de hierro,
Un agua fresca de perdón de hermano
vuelca en el odio de carbones rojos
Con sus cenizas límpiate las manos
y lávate con lagrimas los ojos
Una de las más bellas poesías que he leído, melódica, humana
y sabia.
Ojalá todos los seres humanos
lográramos basar muchas de nuestras conductas en sus principios.
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