Alma herida...
que caminas por la vida
sin principio ni cesar;
llevas luz a media sombra
y tristezas que te nombran
cuando dejas de llorar;
Tienes nombre de fantasma
y una extraña y dulce calma
que me hace suspirar,
cuando al sol de medio día
te paseas por la vida
que no dejo de añorar.
Y es tu esencia mi pecado
por no haber en ti sembrado
algo para recordar
que no sea fría ausencia
y una cierta y cruel demencia
definiendo tu penar.
Alma herida...
yo quisiera que tu vida,
fuese luz, amor y paz.
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