Miguel de Cervantes Saavedra fue uno de los más grandes Poetas españoles. Nació en Alcalá de Henares en 1547. Intervino en la Batalla de Lepanto.
Al regresar a España fue hecho prisionero en Argel, donde pasó 5 años. En España ocupó cargos administrativos, pero sufrió cárcel y problemas económicos. Falleció en Madrid el 23 de Abril de 1616.
Su lenguaje y vocabulario demuestran la época en que vivió por sus modismos literarios ( castellano antiguo). Su visión metafórica de la realidad circundante lo llevó a ser reconocido mundialmente
Sus Obras principales son: Don Quijote de la Mancha, Novelas Ejemplares, Numancia, El Tratado del Angel, La Galatea, Los trabajos de Persiles y Segismunda, 8 entremeses ( entre ellos: La elección de los alcaldes de Daganzo).
Aquí comparto una de sus Obras ejemplares, espero les agrade y recuerden que aplica el castellano antiguo:
Cuento del Rebuzno
En un lugar que está a cuatro leguas y media de esta venta, sucedió que un regidor de él le faltó un asno, y aunque el tal regidor hizo las diligencias posibles para hallarlo, no fue posible. Quince días serían pasados, según es pública voz y fama, que el asno faltaba, cuando estaba en la plaza el regidor perdidoso, otro regidor del mismo pueblo le dijo:- Dame albricias, compadre, que vuestro jumento ha aparecido.
-Yo os mando y buenas,compadre- respondió el otro; pero sepamos dónde ha aparecido.
-En el monte-respondió el hablador-, le vi esta mañana son albarda y sin aparejo alguno y tan flaco que era una compasión mirarle; quise echar manos de él y traérosle; pero está tan montaraz y tan huraño, que cuando llegué él se fue huyendo y se entró en lo más escondido del monte.Si queréis que volvamos los dos a buscarle dejadme poner esta borrica en mi casa, que luego vuelvo.
-Mucho placer me haréis- dijo el regidor-, y yo procuraré pagároslo en la mesma moneda. Con estas circunstancias todas de la misma manera que yo lo voy contando, lo cuentan todos aquellos que están enterados de la verdad de este caso. En resolución los dos regidores, a pie y a mano se fueron al monte y llegando al lugar y sitio donde pensaron hallar el asno, no lo hallaron, no apareció por todos aquellos contornos, aunque más le buscaron.
Viendo pues, que no aparecía, dijo el regidor que le había visto:- Mirad, compadre, una traza me ha venido del pensamiento, con la cual sin duda alguna podremos descubrir a este animal, aunque esté metido en el centro de la tierra, no que del monte; y es que yo sé rebuznar maravillosamente, y si vos sabéis algún tanto, dad el hecho por concluido.
-¿ Algún tanto decís compadre?-dijo el otro-,:por Dios que no de la ventaja a nadie, ni aun a los mismos asnos.
- Ahora lo veremos- respondió el regidor segundo-porque tengo determinado que os vais por una parte del monte y yo por la otra, de modo que le rodearemos y andaremos todo, y de trecho en trecho rebuznaréis vos y rebuznaré yo, y no podrá ser menos sino que el asno nos oyó y nos responda, si es que está en el monte.
A lo que respondió el dueño del jumento:-Digo, compadre, que la traza es excelente y digna de vuestro ingenio. Y dividiéndose los dos según el acuerdo, sucedió que caso al mismo tiempo rebuznaron, y cada uno engañado por el rebuzno del otro, acudieron a buscarse pensando que ya el jumento había aparecido, y viéndose, dijo el perdidoso:
-¿Es posible, compadre, que no fue mi asno el que rebuzno?
- No fui sino yo- respondió el otro.
Ahora digo, dijo el dueño, que de vos a un asno, compadre no hay ninguna diferencia en cuanto toca al rebuznar, porque en mi vida he visto ni oído cosa más propia.
-Esas alabanzas y encarecimientos- respondió el de la traza-, mejor os atañen y tocan a vos que a mí; que por Dios que me crió que podéis dar dos rebuznos de ventaja al mayor rebuznador del mundo: porque el sonido que tenéis de alto, lo sostenido de la voz, a su tiempo y compás, los dejas muchos y apresurados y en resolución yo me doy por vencido y os rindo la palma y doy la bandera de esa rara habilidad.
Ahora digo- respondió el dueño-, que me tendré y me estimaré más de aquí en adelante, y pensaré que sé alguna cosa, pues tengo alguna gracia, que puesto que pensara que rebuznara bien, nunca entendí que llegaba al extremo que decís.
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra
Comentarios
Gracias por hacer pedagogía literaria, es altamente necesaria.
Un abrazo