Nació en Moguer, España, en 1881. Estudió con los Jesuitas y luego encauzó su camino hacia la Filosofía. En 1900 viaja a Madrid, donde se enrola en el Modernismo y siente la influencia de Rubén Darío.
Gran lector de los Clásicos; en 1936 emigra a América siendo Profesor en la Universidad de San Juan de Puerto Rico, donde en 1957 recibe la noticia de habérsele concedido el Premio Nobel de LITERATURA; regresa a España y muere en 1958.
En vida publica : "Poesías escogidas", "Piedra y Cielo", "Animal de Fondo", "Platero y yo"; y trascendentes Obras que lo hacen popular en toda Iberoamérica. Su Obra es de las más importantes de la literatura española del siglo pasado; sus versos y en particular, su prosa poética Platero y yo, ya entraron en el Universo de la Inmortalidad.
Para recordarlo, aquí les comparto un poema, que espero les agrade:
AMOR
El amor ¿ A qué huele? Parece, cuando se ama,
que el mundo entero tiene rumor de primavera.
Las hojas secas tornan y las ramas con nieve,
y él sigue ardiente y joven, oliendo a rosa eterna.
Por todas partes abre guirnaldas invisibles,
todos sus fondos son líricos -risa o pena-,
la mujer a su beso cobra un sentido mágico
que, como en los senderos, sin cesar se renueva...
Vienen al alma música de ideales conciertos,
palabras de una brisa liviana entre arboledas
se suspira y se llora; y el suspiro y el llanto
dejan como un romántico frescor de madreselvas...
Autor: Juan Ramón Jimenez
Comentarios
¡Mil besos!
Pero es cierto que los de los grandes autores son, normalmente, dedicado a mujeres y rosas.
Un abrazo.
Los dos geniales en su estilo.
Un abrazo amiga.