Nuestra verdadera vocación la sentimos en las venas, su voz nos habla desde la profundidad marcando un rumbo, señalando un camino que, indefectiblemente, debemos seguir. Ella inspira las obras más bellas, hace la vida más plena, nos da la serenidad deseada, aunque no siempre nos traiga riquezas materiales. Ella trae consigo las mayores riquezas espirituales. Nos dota de tranquilidad, paciencia y alegría. Nos deja ser y parecer lo que realmente somos. Nos habla de capacidades, triunfos y realización. De su mano, la vida es belleza.
Seguir nuestra Vocación es aceptar nuestra Misión en la vida. Negarla es hundirse en el eterno descontento, en la incertidumbre, la continua inseguridad. Ese deseo persistente de Huir se manifiesta cuando nuestro rumbo se desvirtúa por prioridades que siempre nos serán extrañas. Dar prioridad a lo que la Sociedad impone como moda; a la opinión de otros; a los deseos de los demás para nuestra vida, es negarnos como seres valiosos, libres y especiales. Es esa especialidad la que se hace visible cuando realmente hacemos lo que nos gusta, aquello que nos llena y nos da placer. Ser capaces de reconocer nuestra Vocación es ser capaces de reconocernos; de imponernos sobre deseos ajenos; de afianzarnos como Personas. No importa si nuestra verdadera vocación es bordar, coser, ser médico, abogado, albañil o literato; lo que importa es que podamos expresarnos y fundirnos en ella y con ella; para su concreción, no hay un tiempo perfecto; cualquier edad es plena para intentar buscar su realización.
Sólo escuchando lo que nos dice el corazón podemos hallar nuestro verdadero camino. Una vez que lo encuentras, nada ni nadie puede alejarte de él...ni siquiera, las burlas del propio destino.
Seguir nuestra Vocación es aceptar nuestra Misión en la vida. Negarla es hundirse en el eterno descontento, en la incertidumbre, la continua inseguridad. Ese deseo persistente de Huir se manifiesta cuando nuestro rumbo se desvirtúa por prioridades que siempre nos serán extrañas. Dar prioridad a lo que la Sociedad impone como moda; a la opinión de otros; a los deseos de los demás para nuestra vida, es negarnos como seres valiosos, libres y especiales. Es esa especialidad la que se hace visible cuando realmente hacemos lo que nos gusta, aquello que nos llena y nos da placer. Ser capaces de reconocer nuestra Vocación es ser capaces de reconocernos; de imponernos sobre deseos ajenos; de afianzarnos como Personas. No importa si nuestra verdadera vocación es bordar, coser, ser médico, abogado, albañil o literato; lo que importa es que podamos expresarnos y fundirnos en ella y con ella; para su concreción, no hay un tiempo perfecto; cualquier edad es plena para intentar buscar su realización.
Sólo escuchando lo que nos dice el corazón podemos hallar nuestro verdadero camino. Una vez que lo encuentras, nada ni nadie puede alejarte de él...ni siquiera, las burlas del propio destino.
Frase Metafìsica: Soy un ser valioso, único e irrepetible. Todos mis dones son especiales.
Expreso mi verdadero ser y soy Feliz.
Pensamiento del Día: Quien es capaz de reconocer su misión en la vida,
tiene la mitad del destino a su favor.
By Mariela
Expreso mi verdadero ser y soy Feliz.
Pensamiento del Día: Quien es capaz de reconocer su misión en la vida,
tiene la mitad del destino a su favor.
By Mariela
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Un abrazo.