El olvido
El olvido se parece a la muerte lenta, oscura, decadente
que aparece una noche o una mañana sin aviso;
él es el epílogo que anuncia
el fin de todo
o el prólogo de aquello
que ya llega;
poco a poco va adquiriendo el rostro de la nada,
o de la bruma que viste todo de gris;
en él se pierde quien se fue y se encuentra
quien sin él, está perdido;
y un día, sin saber, el olvido se torna sombra que leve,
inocua y efímera
va desapareciendo con los primeros rayos de luz
que anuncian al alma, un nuevo amanecer.
Y todo vuelve a tener sentido.
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