Poesía
Las Moscas y yo
No sé por qué siento este rechazo natural hacia las moscas...
ni sé, por qué jamás pude ver la belleza en ellas.
¿Será porque su vuelo no despega demasiado?
¿ O porque siempre las encuentro merodeando; al acecho de los restos,
acunando entre sus ojos vaya uno a saber qué?
Hablando de sus ojos...jamás vi brillo,
ni pude encontrar un ápice de lirismo
en su entrecejo.
Y sus alas...!Ay! !Sus alas! ¿Puedo, en verdad, llamarlas así? Si
en realidad, sólo las veo como dos aletas
sin gracia y pegajosas.
La verdad, a esta altura de mi vida, sigo sintiendo
el mismo rechazo natural hacia las moscas.
Su vuelo rasante; su molesto paso; su desproporcionada figura...
me hacen afirmar que no hay un dejo de belleza en ellas
y debo aceptarlo.
¿De qué me serviría dotarlas de hermosura?
Las moscas son éso; moscas.
No encuentro versos bonitos para definirlas,
como tampoco puedo concebirlos, para delinear a lo injusto; al odio;
a los gusanos; al tormento; al desapego;
a los parásitos; a la ira; al miedo; a las arañas;
al dolor; a la traición; a los abusadores; a las amebas
y a todo lo sucio que habita el agua, el aire o la tierra.
Tal vez sea hora de aceptar que, las moscas son moscas,
y siempre sentiré este rechazo natural ante su paso.
By Mariela
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Comentarios
UN ABRAZO
Al menos, así lo veo yo
Saludos,Mariela
inevitables golosas,
vosotras moscas vulgares,
me evocais todas las cosas...
Me has recordado este poema del grande...Antonio Machado..
Muy original Mariela...Me ha gustado.....Son como lapas, no me gustan, felicidades por tu poema...Besos
tampoco le encuentro la belleza
a las moscas...pero estoy seguro que tienen un propósito...Aunque mi vida es muy sencilla y soy de condicion humilde...aun así creo en la perfeccion de la creacion.
Gusto de venir a deleitarme en tue letras y en tu alma
love
Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.
A. Machado.
Como a Carmen Silza, a mí también me lo recordaste y me permití ponerlo, aún sin tu permiso. Espero que sea de tu agrado.
Un abrazo.
Y tienes razón, son unos insectos muy indecisos, nunca saben hacia donde dirigir su vuelo.
Bonita entrada.
Un abrazo, querida amiga!!.
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen sábado, besos múltiples...
Cordiales saludos
Un abrazo.
un abrazo amigo.
Un cordial saludo y gracias por tu visita.
Un abrazo amigo.
Gracias por su visita.